En realidad no debe aplicarse de la misma manera. En los dispositivos móviles cambian las jerarquías de contenidos, pero sobre todo cambia la actitud del consumidor frente a la  información. Desde los móviles el consumo es diferente, por lo cual la clave está en la adaptación a la funcionalidad y uso del usuario. Por eso no podemos proyectar acciones de  contenidos que no estén optimizadas para la visualización correcta y efectiva en móvil.

Los terminales, al acompañarnos diariamente en todo lo que hacemos, demandan una narrativa adaptada a cada caso. A menudo esto implica una mayor complejidad debido a la variedad de usos que se proponen. Existen entornos nativos, portales móviles adaptados o páginas responsive que se adaptan. Y es muy posible que haya que ejecutar una opción de navegación específica para cada caso.

Podemos buscar una adaptación por dispositivo, por tipología de uso, por producto inherente al uso… Eso sí, debemos entender que difieren en exceso de los consumos desktop, es decir, de escritorio.

 

* Más información del Postgrado en Comunicación y Marketing Digital

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