Analítica Digital

Uno de los errores más comunes en los que solemos caer es en identificar la disciplina de la analítica con una herramienta concreta, es decir, con Google Analytics. Afortunadamente, hoy disponemos de un amplio ecosistema de herramientas que nos dan mucha información y el reto principal es saber conjugarlas con sentido. Vamos, que hay una tendencia excesiva a querer conseguir el certificado de conocimientos sobre Google Analytics, cuando eso no es lo principal. 

Google Analytics ofrece multitud de informes diferentes que se clasifican en grandes temas: audiencia, fuentes de tráfico, publicidad, contenidos y conversión. Pero Rovira, experto en analítica digital, destaca dos de estos informes:

– Informe de fuentes de tráfico (o canales de adquisición). En última instancia, el número de visitantes de nuestro sitio web es un dato irrelevante. Lo importante es saber si estamos consiguiendo los objetivos que nos marcamos y en qué medida se cumplen a través de cada una de las fuentes de tráfico de acceso al sitio web. 

El método de trabajo de un analista debe estar enfocado a cambiar las cosas, y no centrarse solo en el análisis. Una vez tengamos claros los objetivos, hay 6 fases que se deben seguir.

– Análisis. Consiste en analizar los datos de visitas, páginas más vistas, transacciones, etc., de una página web. Pero hay que tener en cuenta que esta información, por sí sola, no sirve de nada. 

Lo primero que hay que decir es que no hay métricas sin objetivos: si no tenemos claro para qué estamos en Internet, de nada servirá nuestro análisis. Siguiendo este hilo, las propias métricas pueden clasificarse en función de los objetivos que queremos conseguir.

– Métricas para medir la adquisición / atención. El motivo más evidente por el que una empresa suele estar en Internet es para llamar la atención de la gente, informar de quién es, los servicios que ofrece, etc. 

Afortunadamente, en analítica digital, disponemos de numerosas herramientas para el análisis, la mayoría de las cuales son gratuitas. Como introducción a ellas, Pere Rovira nos explica los diferentes tipos que existen y nos aconseja algunas concretas:

– Herramientas de clics. Permiten hacer un seguimiento de los clics del usuario en nuestro sitio web o aplicación. Nos sirven para conocer el rendimiento de nuestra web, básicamente en relación a qué información se está consultando y qué provecho le estamos sacando bien sean visitas, transacciones, etc. 

Antes de empezar cualquier análisis, debemos atender al contexto, es decir, saber (como mínimo) a qué se dedica el cliente, cuál es su estrategia, cuáles son sus principales competidores y qué posición ocupa en el mercado. En Internet, para encontrar datos de los competidores se pueden utilizar herramientas como Alexa, Comscore o Google Trends. Ojo, saber a qué se dedica el cliente no siempre resulta sencillo: hay que conocer su modelo de negocio, ya que cada modelo tendrá sus propios patrones de medición. 

Pere Rovira, experto en Analítica Web, nos habla del papel que debe tener el analista digital en la empresa. Estas son sus conclusiones:

«Para empezar hay que entender que el analista se mueve en un contexto caótico presidido por un medio complejo de analizar donde hay mucha información que se genera desde sitios diferentes, por personas diferentes y con herramientas muy nuevas. 

Según Pere Rovira, la analítica digital es una disciplina que abarca muchos ámbitos y técnicas. En 2008, él mismo la definió como el estudio de la actividad de un sitio web, a partir de los datos extraídos de la navegación de los usuarios. En aquel momento esta definición le pareció acertada pero con el paso del tiempo cree que ha caducado y se ha visto obligado a reformularla…

Actualmente, afirma que es más acertado referirse a esta disciplina como el estudio del comportamiento de personas en Internet a fin de mejorar un aspecto concreto de una organización o individuo.