
En realidad no debe aplicarse de la misma manera. En los dispositivos móviles cambian las jerarquías de contenidos, pero sobre todo cambia la actitud del consumidor frente a la información. Desde los móviles el consumo es diferente, por lo cual la clave está en la adaptación a la funcionalidad y uso del usuario. Por eso no podemos proyectar acciones de contenidos que no estén optimizadas para la visualización correcta y efectiva en móvil.